miércoles, febrero 06, 2008
martes, febrero 05, 2008
domingo, febrero 03, 2008
Siglo XX
Alfred Hitchcock vestido de esmoquin retorciendo el cuello de un pollo; la belleza de unos increíbles ojos verdes de una niña afgana; las calles de Nueva York; Einstein sacando la lengua; Marilyn Monroe con las faldas levantadas por el viento, o el rostro mil veces reproducido del Che Guevara? ¿Alguien se imagina una crónica de nuestro tiempo sin esas imágenes en la retina?
El siglo XIX inventó la fotografía; el XX la consagró, y un alemán, Oskar Barnack, puso, en 1914, en las manos de quienes deseaban aprender a mirar por un objetivo la primera cámara de pequeño formato, la mítica Leica , la herramienta perfecta para captar la vida, el Rolls-Royce al que se subieron los grandes, como Cartier-Bresson, Capa, Rodchenko, que plasmaron con ella sus célebres reportajes. Hoy, la fotografía ya es digital, el turismo de masas ha popularizado la visión del mundo a través de un objetivo y los museos han abierto las puertas a un arte que ha conquistado un lugar de absoluto reconocimiento.
Juan Barja (A Coruña, 1954), poeta, ensayista, editor y actual director del Círculo de Bellas Artes de Madrid, supo del proyecto de Koetzle hace tiempo y se quedó atrapado por él: "He sido editor durante veintitrés años de mi vida, y lo primero que se me ocurrió fue aplicar las técnicas que ya conocía al llegar al Círculo. Estoy obsesionado con que los temas permanezcan y no se queden reducidos sólo a una exposición". Y del dicho al hecho. Cuando piensa en una exposición le surge inmediatamente la necesidad de imprimirla en un libro. La editorial CBA (Círculo de Bellas Artes) ha publicado ediciones muy cuidadas de autores como Le Corbusier, Pasolini, Henri Michaux y el último: La fotografía en el siglo XX, la obra de Koetzle de la que Barja se deshace en elogios.
Los artistas de la cámara, los fotógrafos, "descubrieron el alcance de un relámpago virgen y delicado" y lograron obras maestras a partir de la observación directa de la realidad o, de forma mucho más conceptual, modificándola. "No el que ignore la escritura, sino el que ignore la fotografía, será el analfabeto del futuro", afirmó en 1931 Walter Benjamin, el filósofo alemán que se suicidó en Portbou (Girona) huyendo de la persecución de la Gestapo. Benjamin tuvo una visión profética al vislumbrar el papel revolucionario de las imágenes: "En el preciso instante en que Daguerre [el inventor de los daguerrotipos] logró fijar las imágenes de la cámara oscura, el técnico despidió en ese punto a los pintores", escribió.
¿Pero es arte la fotografía, puede tener cabida en los museos? Los fotógrafos de los primeros años del siglo no dudaron y reivindicaron el hecho de crear en vez de con pinceles con una máquina. Entendieron la fotografía como un medio de expresión muy personal. Compañeros de viaje de los impresionistas fue en el estudio parisiense del fotógrafo Nadar donde se presentó la primera muestra de Cézanne y Monet su grito de guerra era el "arte por el arte", aunque el golpe de gracia a este pictorialismo se lo asestó el estadounidense Alfred Stieglitz, uno de los padres de la fotografía moderna y el gran retratista de Nueva York. En sus tomas del Flat Iron, el rascacielos esquinado, o de la Quinta Avenida con nieve y carruajes atascados se libera del mimetismo pictórico y se siente a gusto con las posibilidades que le proporciona su cámara para captar la realidad. Había nacido la Straight photography (fotografía pura) que Stieglitz impulsó junto con Paul Strand. En 1932, Ansel Adams, Edward Weston e Imogen Cunningham se añaden al movimiento bajo el nombre F/64, que hace referencia a la utilización de un diafragma cerrado al máximo para lograr una imagen nítida con profundidad de campo.
Via: El pais.com/El mundo.es
sábado, febrero 02, 2008
Cristina García Rodero - Rituales en Haití
Una amiga que residió en San Francisco le había hablado de aquel lugar, al que llegó por primera vez en un coche alquilado desde Reno, casi de milagro, sin saber inglés, con los datos que publicó equivocados una revista francesa. Era el día en que terminaba la semana que duraba el festival. “Desde entonces vuelvo siempre que puedo”, comenta, suelo volver a los lugares que considero que tienen interés, y si el tema que trato lo requiere. A lo mejor viajo para hacer unas pocas fotos y me quedo para hacer un libro.
Muchos lugares la han marcado, el último, Haití, por la situación tan horrible y grave del país. Las imágenes que tomó poseen una fuerza sobrenatural. Allí trabajó entre 1997 y 2003, año en que tuvo que dejarlo por una dolencia en sus ojos, su brújula para trabajar, que si bien no le ha impedido seguir fotografiando, sí le ha frenado en algunos proyectos. Afortunadamente para ella y para nosotros está mucho mejor.
Por Javier Agustí
Fotos: Cristina García Rodero
Ron Mueck
Este maestro del hiperrealismo (1958), que actualmente vive y trabaja en Londres se dio a conocer en la polémica exposición “Sensation”, de la Royal Academy de Londres en 1997. Su obra, en un perverso juego de hiperrealidad va más allá de lo real. Del gigantismo en Untitled (“Boy”), a la escala real del “recién nacido” Baby, 2000.
En CAC (marzo de 207), Ron Mueck da a luz a un bebé de cinco metros. La exposición muestra un documental sobre su vida e imágenes de cómo crea.
En cuanto a “Boy”, fue mostrada en 1999 en el “Millenium Dome” y más tarde se exhibió en la “Biennale de Venecia”.
La 49 Biennale Internazionale d'Arte di Venezia, 2001, con la que se inauguraba el siglo XXI, mostraba sin atenuantes, como lo quería Harald Szeemann, su curador, los múltiples rostros de la humanidad.
Lo que resultó llamativo era el hecho de que se exhibían de lado a lado piezas que hacen referencia a una dimensión humana con otras que descalifican la proporción humana como principio filosófico-estético. Dos obras podrían colocarse como el alfa y el omega de esta exposición: la impresionante escultura monumental de Ron Mueck colocada a la entrada de una de las bodegas de exhibición, que hace perder la noción de equivalencia entre la estatura humana y la de la construcción que la encierra. Y, por otro lado, los videos de Chris Cunningham (1970); el primero de estos muestra a un mono disecado al cual se le han adaptado prótesis humanas para golpear rítmicamente una batería.
Sensation
“Sensation” fue la muestra que causó grandes polémicas y otras reacciones extremas entre los críticos y el público. A pesar de la agresiva competencia en la muestra londinense, Mueck se hizo un hueco que le otorgó portadas internacionales. La pieza que expuso en esa ocasión era “Dead Dad”.Dead Dad era la recreación de su padre muerto (a menor tamaño que el original, simulando los 21 gramos del alma que pierde el cuerpo sin vida). Hasta la fecha ha creado 35 obras en una década. Y si uno se acerca a las que están vivas, parece que aún respiran.
Esa exposición incluyó también a otros “nuevos” artistas británicos como Damien Hirst y los hermanos Jake y Dinos Chapman, que llevan su quehacer a extremos definitivamente estremecedores.Su trayectoria hiperrealista nació en 1996. Una de sus esculturas, Pinocchio, formó parte de una exposición de la pintora Paula Rego (su suegra), y allí recibió una propuesta para formar parte de un grupo de trabajo. Aceptó y un año después la Sensation Young British Artists from Saatchi Collection de Londres pasó a la historia por sus contenidos transgresores: una Virgen del porno, niños con penes en vez de nariz o representaciones de asesinos en serie.